Para muchas empresas en México, la electromovilidad para sus flotillas es una opción viable para reducir emisiones y costos, y con ello, mejorar sus operaciones.
Los vehículos eléctricos (EV, por sus siglas en inglés) se están volviendo cada vez más populares como vehículos comerciales a medida que los consumidores y las empresas buscan reducir sus emisiones de carbono y por supuesto, sus costos operativos. En un país donde sus servicios se interconectan por calles y carreteras, lo que alguna vez fue una industria de nicho o una opción exótica, se está expandiendo rápidamente como una alternativa viable, con una mayor oferta de vehículos eléctricos para implementarlos en las flotillas de las empresas más importantes en México.
Muchos países han introducido incentivos financieros para fomentar la adopción de vehículos eléctricos, mientras que otros están introduciendo regulaciones sobre los vehículos con motor de combustión interna lo que lleva a los consumidores a optar por opciones menos contaminantes. En México se ha optado por estímulos fiscales como la deducción de un porcentaje del costo sobre el ISR, exenciones de impuestos de importación y pagos de tenencia en el caso de algunos estados.
Grandes empresas como Grupo Bimbo, Coppel, Femsa, GNP, PepsiCo y Soriana, han liderado la adopción de vehículos comerciales ligeros eléctricos o transporte de carga de última milla. Grupo Bimbo, que ya lleva un recorrido de 10 años electrificando sus flotillas, hasta el inicio de 2023 tenía más de 1180 vehículos de reparto eléctricos en circulación, y al final del año pasado se anunción que duplicarían su cuadrilla hasta 2,500 unidades.
El tipo de vehículos que ha adquirido la panificadora más grande del mundo es muy ilustrativo de las necesidades de empresas que brindan un servicio directo con sus clientes y llevar sus productos hasta sus distribuidores.
Por ejemplo, el VDT3 es un modelo fabricado por Vekstar en la planta de Moldex en Lerma, Estado de México. Tiene una velocidad máxima de 80 km/h y una autonomía que varía entre 60 y 95 km. Con una capacidad de carga de 1 tonelada, utiliza batería de litio y se recarga con energía solar y eólica en los centros de ventas ecológicos donde opera. De la misma marca, se ensamblaron 1,001 vanettes de reparto para Grupo Bimbo y Barcel. Estas vanettes tienen una autonomía de 130 km y una capacidad de carga de 1,300 kg. Todas estas unidades con hechas a la medida. Una opción más genérica, fue la adquisición de 300 vehículos marca JAC e10x, un compacto que puede recorrer hasta 250 km. Los vehículos de la marca china son de los más consumidos en México, pues se calcula que 6 de cada 10 vehículos eléctricos pertenecen a esta marca.
De acuerdo a Bimbo, la introducción de 1,322 nuevos vehículos eléctricos en el país evitará la emisión de 6,600 toneladas de CO2e, equivalente a plantar y mantener 250,000 árboles. Por otro lado, PepsiCo México anunció la integración de cerca de 320 vehículos eléctricos, lo cual se podrá traducir en una reducción anual de 2,796 toneladas de CO2, contribuyendo significativamente a su objetivo global de reducir en un 75% las emisiones de gases de efecto invernadero en sus operaciones directas para 2030. Para fines de 2022, la compañía ya había reducido sus emisiones de carbono en un 30% en comparación con 2015.
En México, el 0.8% de los vehículos en circulación son eléctricos. A medida que las innovaciones tecnológicas mejoran el rendimiento de los vehículos eléctricos y se reducen los costos, y así mismo la política pública incentive la introducción de vehículos eléctricos para flotillas, su adopción aumentará significativamente. Es muy probable que a corto plazo este segmento crezca aún más rápidamente que los vehículos eléctricos particulares. Con niveles de adopción tan bajos como los que tenemos en México, el único camino es hacia adelante.