La noticia de la semana ha sido sin duda todo lo que se dio alrededor de Tesla y sus planes de inversión en México. Digno de un capítulo de suspenso, la controversia giró alrededor de la llamada entre Elon Musk y AMLO y el cuestionamiento del Presidente sobre Nuevo León como zona idónea para recibir una inversión que potencialmente representaría cerca del 25% de la inversión extranjera directa ingresada en México durante 2022 (alrededor de $10 mil millones de dólares), por que el estado norteño no cuenta con los suficientes recursos hídricos y lo que a su vez causó que varios estados levantaran la mano para recibir dicha inversión. Fue el propio Presidente que señaló hacia el sur del país como la zona ideal por contar con territorio y agua suficiente. Y por un momento, justificada o injustificadamente, parecía que al final la inversión no se realizaría, siendo que era un proyecto que llevaba ya 14 meses cocinándose. Ya en el mes de Diciembre se había reportado el encuentro entre Musk, el embajador Ken Salazar y el Gobernador de Nuevo León, Samuel García; también desde el mes de Agosto, el secretario Marcelo Ebrard había hablado sobre el interés de Tesla en invertir en México y mencionó que Musk habría visitado otros tres estados (posiblemente Hidalgo, Querétaro y Puebla, estados donde habrían estado asesores de Tesla) antes de elegir a Nuevo León.
Y el Investor Day de Tesla llegó.
Finalmente, el 1o de Marzo, durante el Investor Day de Tesla, Elon Musk, subió al escenario para presentar su “Plan Maestro Parte 3” para la compañía y de paso confirmó la construcción de una gigafactory (un complejo donde se construyen motores y baterías eléctricas, así como diversos sistemas para los vehículos de Tesla), en la ciudad de Monterrey, capital de Nuevo León. En su primer etapa, la inversión costará entre $800 y $1,000 millones de dólares y en la planta inicialmente se fabricarán componentes para los modelos de vehículos actuales; hasta potencialmente una inversión de $10 mil millones después de su finalización, incluidas las futuras expansiones, donde se proyecta la fabricación de un modelo Tesla de próxima generación, un vehículo eléctrico más accesible que costaría $25,000 dólares, conocido no oficialmente como el Modelo 2 o Modelo Q. La gigafactory emplearía de 5,000 a 6,000 personas, tomando en cuenta que plantas similares emplean hasta 10,000 puestos de trabajo. No se sabe con certeza cuándo entraría en operaciones la nueva planta; anteriormente, otras plantas tardaron más de un año desde el anuncio formal hasta entrar en operaciones, por lo que se especula que a finales de 2024, la primer gigafactory mexicana estará en funcionamiento.
¿Y el agua?
Las gigafactories de Tesla se caracterizan por funcionar al 100% con base en energía renovable, reducción de costos mediante la optimización de recursos, entre otros aspectos. Con el fin de que la escasez de agua potable en el estado de Nuevo León no sea un impedimento, Tesla se comprometió a utilizar solamente agua tratada en sus instalaciones. además, se proyectan otras inversiones de carácter sustentable en el país con la llegada de Tesla: “(Musk) está interesado en invertir más en México”, dijo Andrés Manuel López Obrador, quien anticipó la llegada de Tesla el día anterior y señaló que los dos habían discutido los planes del gobierno para desarrollar el Istmo de Tehuantepec en el sur de México.
