A nivel global, ¿cómo vamos en la incorporación de energía limpia en la red eléctrica? Un estudio de Ember, descubrió que el uso de energía eólica y solar para generar electricidad aumentó significativamente en 2022. La energía eólica y solar produjeron el 12% de la electricidad mundial en 2022, frente al 10% generado en 2021. Esto marca un hito esperanzador en los objetivos de descarbonización de la energía.
Las causas detrás de este crecimiento del 10% al 12%, que en papel no parecería tan significativo si no vemos los números de fondo, marca un récord histórico en general respecto a las energías limpias. Estos son los números:
- La generación solar creció a nivel global un 24% y la generación eólica un 17% en total. La energía solar es la fuente de energía con mayor ritmo de crecimiento durante 18 años seguidos.
- Todas las fuentes de electricidad limpia (renovables y nucleares) alcanzaron el 39% de la electricidad mundial, un nuevo récord máximo histórico.
- La intensidad de carbono de la generación de electricidad mundial cayó a un mínimo histórico de 436 gCO2/kWh en 2022, la electricidad más limpia de la historia. Precisamente lo que contribuyó a este descenso, es la aportación clave de la energía solar y eólica.
- La energía solar y eólica, se han convertido gradualmente en las opciones energéticas para brindar electricidad, más baratas a nivel global.
El estudio de Ember afirma que más de 60 países ahora generan más del 10% de su electricidad a partir de energía eólica y solar. Esta imagen que proporciona el estudio nos permite saber de qué manera se lleva a cabo la transición energética hacia fuentes limpias y renovables. Aunque no todo son señales positivas.
Por ejemplo, la energía producida con base en carbón continúa siendo la fuente de energía más grande a nivel global, al contribuir con el 36% de la energía mundial. Esto se da en el contexto en que las emisiones globales de dióxido de carbono tuvieron un repunte en 2022, con un crecimiento del 0.9 % con respecto al año anterior, alcanzando un nuevo máximo histórico.
Este crecimiento de casi el 1% se debe al aumento de los viajes aéreos después de la pausa por la pandemia y al mayor uso del carbón como resultado de la búsqueda de fuentes de energía asequibles tras la crisis de la invasión rusa a Ucrania, entre otros factores.
Sin embargo, los signos de que la tendencia al alza de las energías limpias es más fuerte que las energías emisoras de dióxido de carbono, son cada vez más evidentes. Por ejemplo, en Reino Unido, durante el primer trimestre de 2023, la energía eólica se convirtió en la principal fuente de energía eléctrica del país con un 32.4% del total, seguido del gas natural con un 31.7%. Es la primera vez que una energía limpia es la principal fuente de energía eléctrica en Reino Unido.
Para el año 2040, se proyecta que el sector eléctrico debería de ser el primero en lograr las cero emisiones. Para lograrlo, en 2030, la energía eólica y solar deben de representar por lo menos el 40% de las fuentes de energía eléctrica. Dichas estimaciones hacen ver el 12% actual como un resultado irrisorio, sin embargo, es necesario considerar la energía limpia que aún no está conectada a la red eléctrica para tener una dimensión real.